Descripción
Es una exclusiva formulación a base de 5 ingredientes activos que ejercen su acción sobre los dos procesos que afectan mayoritariamente al envejecimiento celular; la formación de radicales libres y el acortamiento de los telómeros. Un extracto estandarizado de la raíz del Astrágalo en combinación con algunos de los antioxidantes más reconocidos en la biología del envejecimiento, hacen de este producto un perfecto aliado que puede ayudar a demorar el envejecimiento celular. El Astrágalo ejerce una acción sobre los telómeros, unas estructuras situadas en los extremos de los cromosomas, cuya elongación se asocia a un envejecimiento saludable y a la longevidad.
El Astrágalo, una de las plantas más populares en medicina tracional china, se utiliza también por su reconocida actividad sobre el sistema inmunitario, el sistema cardiovascular y sus propiedades adaptógenas. Estas propiedades se relacionan no sólo con los astragalósidos si no también con otros componentes activos que se encuentran en la raíz de la planta. Es por ello, que Vital Celular además de astragalósidos aporta otros compuestos asociados a los beneficios globales de la planta.
ASTRÁGALO: La raíz de Astrágalo se ha utilizado tradicionalmente en medicina tradicional china como reguladoras del bazo y estómago utilizándose en diarrea, fatiga y falta de apetito y en resfriados y gripes para mejorar la resistencia física y humoral. Su efecto inmunomodulador es comúnmente conocido. Este efecto se debe a los polisácaridoscontenidos en la hierba que han demostrado incrementar la producción de macrófagos, así como activar las células T y las NK. Estas acciones y otras asociadas a la estimulación del sistema inmunitario son las que han relacionado esta planta con una actividad antivírica (Herpes simplex tipo-2, citomegalovirus, entre otros). Ejerce una acción sobre la función inmunitaria sin suprimir su función con su uso prolongado por lo que se puede recomendar su uso durante largos períodos. En otros estudios, los polisacáridos del Astrágalo han potenciado la inmunidad antitumoral mediante la IL-2 mejorando la respuesta linfocitaria tanto en sujetos sanos como en pacientes con cáncer. El Astrágalo también se ha investigado en terapia neoplásica coadyuvante por su capacidad de incrementar la resistencia a la inmunosupresión asociada a la quimioterapia. Ha incrementado la actividad de agentes quimioterápicos, inhibe la recurrencias malignas, prolonga la supervivencia y reduce los efectos tóxicos de la radioterapia y de agentes quimioterápicos (mitomicina, cisplatino, ciclofosfamida, 5-fluorouracilo).
Una de las propiedades asociadas a esta planta es su actividad sobre la salud cardiovascular. Los astragalósidos son los responsables del efecto positivo sobre la función cardíaca al inhibir la peroxidación lípidica en el miocardio y disminuir la coagulación sanguínea. Protege de la isquemia cardíaca al incrementar el flujo coronario vía NO sintasa. Numerosos estudios se han realizado en pacientes con insuficiencia cardíaca obteniéndose resultados muy esperanzadores al aliviar muchos de los parámetros que describen la patología y mejorar la calidad de vida de los pacientes con insuficiencia cardíaca crónica. Ejerce también una acción vasodilatadora sobre el endotelio vascular y ha mostrado su eficacia en la hipertensión arterial sola o en combinación con otras plantas. Las referencias bibliográficas también se centran en su capacidad para mejorar el perfil lipídico al unirse a los ácidos biliares y mejorar el eflujo de colesterol desde el hígado al intestino y su posterior eliminación por las heces y su acción hipoglucémica.
Muchas son las referencias que apuntan a la Raíz de Astrágalo como una opción de primer orden en los protocolos de tratamiento antienvejecimiento. Su relación con la elongacióntelómerica, la protección de la mitocondrias y su demostrada actividad antioxidante, son mecanismos que seguramente convergen y que se han propuesto para elucidar su actuación en el envejecimiento celular. Los telómeros son unas estructuras que protegen los extremos de los cromosomas que se encuentran en los núcleos y que conforman la información genética. Estos telómeros se van acortando a medida que se producen las divisiones celulares. Las células humanas se dividen un máximo de 50-60 veces antes de llegar al límite de Hayflick, a partir del cual cesa la división llegando a la senescencia celular, fenómeno en el que la célula permanece en un estado de inactivación y de alteración metabólica. Un alargamiento de los telómeros se ha relacionado con el retraso del envejecimiento celular y una mayor longevidad. Algunos estudios consideran que la medición de la longitud de los telómeros puede ser un biomarcador predictivo de un envejecimiento saludable. En concreto, un estudio realizado a más de 3.000 personas de entre 70-79, se observó que aquellos que presentaban una mayor longitud telómerica en leucocitos (células blancas) tenían una mayor YHL (Years of Healthy Life). Otros estudios también se refieren a la posibilidad de que el alargamiento de los telómeros incremente la esperanza de vida al activar el gen que codifica o expresa la telomerasa, enzima que añade pares de bases a los extremos de los telómeros para su elongación. Las células que necesitan renovarse más rápidamente presentan una actividad de la telomerasa y son las células hematopoyéticas, células de la línea blanca, las epiteliales y las germinales. Estas células mantienen la longitud de los telómeros estables mientras que en la mayoría de células somáticas del organismo, la actividad de la telomerasa está reprimida y en consecuencia estas células pierden longitud de sus telómeros a medida que se dividen. Por tanto, terapias dirigidas a reactivar la telomerasa y el alargamiento de los telómeros acortados por la edad podría suponer un avance en los protocolos antienvejecimiento. En algunos modelos de experimentación, potenciar la actividad de la telomerasa ha provocado un retraso del envejecimiento y un aumento de la esperanza de vida alrededor del 40%.
Se ha comprobado que personas centenarias con buen estado de salud presentan unos telómeros más largos si los comparamos con personas centenarias con un estado de salud deficitario. El acortamiento de los telómeros se ha asociado a patologías crónicas relacionadas con la edad como son la enfermedad cardiovascular, ciertas enfermedades neurodegenerativas (Alzheimer), osteoarticulares (osteoartritis, osteoporosis) así como ciertas enfermedades infecciosas. En un estudio en el que se valoró la relación entre longitud telomérica y mortalidad en 143 personas con una media de 60 años, se observó que aquellos que presentaban una longitud telomérica más corta tenían 3 veces más riesgo de morir por patología cardiaca y 8 veces más riesgo de fallecer debido a enfermedad infecciosa. Investigadores finlandeses apuestan por considerar la longitud teloméricacomo marcador predictivo de envejecimiento cronológico y marcador de envejecimiento cardiovascular ya que aterosclerosis, insuficiencia cardíaca e hipertensión son patologías en las que se observan leucocitos de longitud telomérica corta.
Algunos autores apuntan que la longitud telomérica es un indicador de enfermedad coronaria a tenor de los resultados obtenidos sobre 484 individuos susceptibles de sufrir una enfermedad cardíaca. Los que presentaban un acortamiento de los telómeros presentaban el doble de riesgo frente a los que presentaban un alargamiento mayor.
La longitud de los telómeros está determinada por la herencia genética, pero la edad, el sexo (los hombres presentan telómeros más cortos), el estrés, el tabaquismo, el alcohol, la exposición a radicales libres así como elevados niveles de estrés oxidativo o inflamaciones aumentan más el acortamiento. Existen evidencias de que el estrés crónico disminuye la actividad de la telomerasa de las células inmunitarias y como consecuencia se produce un acortamiento de los telómeros. Estos resultados proporcionan un mecanismo potencial del estrés asociado al acortamiento de la longitud del telómero, y sugieren que las estrategias para mejorar la actividad de la telomerasa de linfocitos T pueden proporcionar efectos beneficiosos sobre la función inmunológica en situaciones de estrés emocional crónico. Además no hay que olvidar que la hierba en sí ejerce un efecto neuroprotector frente al estrés siendo un adaptógeno.
Algunos estudios señalan que los astragalósidos también son capaces de actuar sobre los fibroblastos de la dermis preservando su calidad y anulando los efectos visibles del envejecimiento.
Ciertos autores también relacionan la protección mitocondrial y su efecto antienvejecimiento. La peroxidación lipídica de las membranas mitocondriales perjudica dichas estructuras alterando su permeabilidad y su metabolismo celular. Las conclusiones de los estudios indican que los polisacáridos de esta hierba inhiben la lesión mitocondrial al interferir con los procesos oxidativos reaccionando con los radicales libres y secuestrando las especies reactivas del oxígeno. Además incrementa la actividad antioxidante de ciertos enzimas por lo que el resultado final es una minoración de la disfunción mitocondrial y una mejora del metabolismo energético.
N-ACETILCISTEÍNA (NAC): Es una forma más estable y más biodisponible de L- cisteína, el aminóacido determinante para la síntesis de glutatión. El glutatión es uno de los sistemas antioxidantes más importantes para la protección celular y una de las mejores maneras de optimizar la eficacia de este sistema es a través del NAC. El glutatión desempeña un papel central en la defensa del cuerpo contra el estrés oxidativo. El grupo tiol (SH) del grupo de la cisteína es el responsable de proporcionar el carácter reducido al glutatión. La forma reducida es la que ejerce la función neutralizadora de la mayoría de los radicales libres a la vez que este fuerte carácter reductor permite la reutilización de otros antioxidantes que hayan quedado oxidados como la vitamina C, la vitamina E amplificándose el efecto a través de esta cascada antioxidante. El NAC se utiliza habitualmente en los programas de detoxificación hepática y algunos estudios sugieren que la toma de NAC junto con vitamina C mejora la respuesta inmunitaria en modelos experimentales de estrés oxidativo. Se ha comprobado que los niveles de antioxidantes (vitamina E, vitamina C y glutatión) disminuyen con la edad y con los procesos de fotoenvejecimiento por lo que su inclusión en fórmulas antiaging estaría totalmente justificado.
ÁCIDO R-ALFA-LIPOICO: Considerado el antioxidante universal por su carácter ambifílico se distribuye en todos los compartimentos celulares actuando tanto en medios acuosos como lipófilos. Su síntesis disminuye con la edad y sus niveles son reducidos en personas con ciertas patologías crónicas como diabetes, enfermedades hepáticas, enfermedades cardíacas, aterosclerosis y en personas que realizan ejercicio físico intenso. Es un neutralizador de radicales libres, un regenerador de otros antioxidantes (vitamina C, coenzima Q10 y glutatión), un quelante de metales y un inductor de la síntesis de glutatión. Administrado de manera exógena, es un potente transductor de señales celulares participando en el metabolismo de la glucosa, la respuesta inflamatoria, el estrés oxidativo y la inducción de enzimas de fase II para la desintoxicación y eliminación de xenobióticos. La evidencia científica en relación a sus beneficios para la salud es amplia existiendo distintos estudios sobre la relación entre este activo y la diabetes, la enfermedad cardiovascular, desórdenes cognitivos y neurodegenerativos, su efecto detoxificante y su papel en el envejecimiento y las enfermedades asociadas a la edad. En un estudio reciente se comprobó que la suplementación con ácido alfa-lipoico durante dos semanas revirtió el efecto de las bajas concentraciones de ácido ascórbico asociado a la edad. El ácido lipoico es un ingrediente común en fórmulas antiaging puesto que son muchos los expertos que apuestan por este tipo de preparados para promover la longevidad. Algunos estudios indican que el LA potencia la síntesis de colágeno en los fibroblastos de la dermis lo que proporcionaría efectos beneficiosos contra el envejecimiento cutáneo. En nuestra formulación hemos incluido la isoforma natural y más activa del ácido lipoico, en comparación de la mezcla rácemica R-S ácido lipoico que incluyen la mayoría de productos existentes en el mercado.
VITAMINA C Y VITAMINA E: En nuestra fórmula están incluidas para dinamizar y potenciar el efecto del NAC y del ácido lipoico. Recordemos que también son neutralizadoras de radicales libres por lo que son un importante factor antienvejecimiento.